domingo, 12 de mayo de 2024

 


parte 1

Francisca Martín-Cano Abreu nació al sur de Andalucía, en el  pueblo de Lepe.  En los últimos años se ha dedicado al estudio antropológico de las “sociedades maternales” habidas en la Prehistoria, cuestionando así  las teorías  “oficiales”  de la Arqueología y la Antropología.

El prólogo de su libro “Arqueología feminista ibérica” nuestra su disconformidad hacia  el dogmatismo estructuralista contenido en la  “ciencia androcentrista” que sustenta y  hace “oficial” falsas atribuciones de género "masculino".

El arte de la prehistoria es  clave importante para la nueva reinterpretación  histórica, un arte al que se le impusieron las  formas masculinas cuando en  infinidad  creaciones  se perciben cuerpos ginemorfos…  Un reclamo a estos clérigos cristianos que comenzaron a “estudiar” el arte cuaternario, negando y ocultando el descubrimiento de efigies femeninas en la Prehistoria.

¿Por qué la necesidad de una arqueología feminista?  Porque un futuro abierto descansa en un nuevo pasado…

 






Extracto del prólogo:

 ¿Vale la pena esforzarse en realizar una utopía?

Iniciamos la escritura de este libro de investigación: Arqueología Feminista Ibérica sobre los testimonios artísticos de la Prehistoria y Protohistoria de la Península Ibérica

Además, porque queríamos defender nuestros ideales y teníamos el derecho a denunciar un tema tabú en el mundo de la Prehistoria en España, ya que nuestras investigaciones, científicamente fundamentadas, mostraban las falacias del androcentrismo ortodoxo: el fraude que habían cometido los prehistoriadores católicos académicos durante cien años, al reinterpretar bajo su visión patriarcal y cristiana, el legado artístico.

Teníamos derecho a ser respetada a pesar de divulgar esas ideas, porque considerábamos que era intolerante que en la segunda década del siglo XXI, se siguiesen defendiendo ideas retrógradas sobre la Prehistoria por el mundo académico ortodoxo –que no tenían nada de científico, ya que los testimonios multidisciplinares que habíamos acumulado, certificaban científicamente que Lo Femenino tenía el principal papel en la sociedad y en el culto.

Y porque con sus manipulaciones, habían destruido la verdad y excluido la posibilidad, de lo que debería ser una exigencia como «científicos»: ser tolerantes y abrirse al debate democrático y científico, igual que a la libertad de expresión; y como «cristianos»: defender el derecho a la libertad de conciencia y contra la discriminación religiosa, cosa que asimismo han negado a sus propios integrantes durante cien años y a todo heterodoxo que se atreviera a cuestionar sus dogmas.

Queríamos divulgar nuestras investigaciones y descubrimientos, y que se reconocieran los datos reales que muestran las contribuciones de nuestras ancestras al progreso de la civilización desde inicios de la cultura humana, y que fueran aprovechadas por las nuevas generaciones de investigadores de la Arqueología de la Prehistoria, que tienen el derecho al progreso; pero que el androcentrismo de la disciplina de la Arqueología de la Prehistoria se ha empeñado en negar y silenciar. Y porque emperrados en la glorificación de las acciones fascistas de un (falso) pasado Masculino, habían montado un tinglado de especulaciones falsas para interpretar las obras de arte de Prehistoria y la Protohistoria peninsular (exclusivamente femeninas), antes de la revolución patriarcal de la invasión romana, liderado por varones violentos dedicados a guerrear, así como las consecuencias que se habían derivado de ello.

(…)Por ello queríamos mostrar a las nuevas generaciones de mujeres españolas los conocimientos que hemos recibido de muchas personas honestas de ambos géneros que nos han antecedido, y que nos ha dado la posibilidad de ver claramente las manipulaciones de los defensores del patriarcado, sobre todo de los confesos prehistoriadores cristianos.

Ya que nos habían hecho creer 1º que la subordinación femenina era innata y que el arte las mostraba subordinadas desde la Edad de Piedra, cuando en realidad, hasta que se produjo la revolución patriarcal, el Poder era exclusivo de Lo Femenino. También queríamos que supieran 2º la verdadera sexualidad que disfrutaron nuestras ancestras antes de la revolución patriarcal, muy diferente a la que nos han hecho creer los androcéntricos cristianos: sometida y sin libido, ya que en realidad disfrutaban de libertad sexual y se les alentaba a satisfacer su apetito venéreo (su placer sexual) de forma autónoma, a solas y se las exhortaba a las practicas lésbicas (no a las heterosexuales).

Y porque este conocimiento: el género de los primeros seres superiores que gobernaron la sociedad y el culto fue El Femenino; lo primigenio fue el Poder de Lo Femenino: de las madres de familia matricéntricas y de la Madre Naturaleza, y las mujeres disfrutaron de su sexualidad libremente, consideramos que era el medio más poderoso para recuperar la auténtica Memoria de las Mujeres en la Prehistoria. Y porque teníamos el deseo y la esperanza en la utopía de imaginar un mundo diferente. Y que si se quería, se podía intentar cambiarlo; y por ello nos atrevimos a intentar cambiar las falacias defendidas por el paradigma patriarcal cristiano de la ortodoxa Arqueología de la Prehistoria Androcéntrica, ya que está produciendo nefastos efectos sobre las vidas de las mujeres. Sólo el conocimiento de la realidad social y sexual de nuestras ancestras durante miles de años, afectará y fundamentará la defensa de mayores derechos sociales para las mujeres y las llevará a recuperar por tanto la Verdadera Identidad de las Mujeres: basada en un modelo que la llevará a aspirar a ser líder en lo familiar, en los social, en lo político, en lo económico, en lo religioso, en lo cultural…

jueves, 2 de mayo de 2024

 “Cruel tirano ¿no te da vergüenza torturar en una mujer el mismo seno con el que de niño te alimentaste?”  


Esta fue la respuesta de Santa Águeda al procónsul de Sicilia Quintianus, después de que éste ordenara tortularla y cortarle los pechos.
   El dominico Jacobus de Voragine en su obra Legenda aurea  nos narra en la hagiografía de la Santa que Quintianus, rechazado en sus intenciones amorosas por la joven Águeda, que ya había ofrecido su virginidad a Jesucristo, tópico tan recurrente en la vida de muchas santas. En venganza, el procónsul , la envía a un lupanar, donde milagrosamente Águeda conservó su virginidad. 

La devoción medieval tardía, como ya hemos mencionado, se centró bajo los conceptos de la humanidad de Cristo, rescatando así el sufrimiento de su corporalidad; la devoción de sus heridas fue ganando terreno; es,en este campo, donde el simbolismo de Santa Águeda juega un papel importante. Como menciona el medievalista Easton, las mujeres comenzaron a relacionar el pecho de la santa con la herida lateral de Cristo; así, el cuerpo femenino fue encontrando su motivo de devoción.

Para las investigadoras Carolyn Walker Bynum y Margaret Miles el pecho era principalmente un significado de alimento, tanto material como espiritual. Su carga erótica, es decir, su connotación sexual será un concepto posmedieval. 

No obstante, Sarah Salih ha puesto esto en duda el argumento de Walker; Salih explora ejemplos textuales en los que la confusión medieval, la desesperación por distinguir entre lo erótico y lo espiritual estaban presentes en la sociedad y por consecuencia en la mística: San Gilberto de Sempringham soñó tocar el pecho de una joven, esto no comprometía su pureza al convertirlo en un símbolo de la paz de la iglesia… Cristina de Markyate imaginó que Cristo le besaba su propio seno… el seno medieval contenía así estas dos connotaciones: lo sexual y lo místico.

Con la imagen de”María lactans” teológicamente hablando, se representa el lado femenino del Dios cristiano. El niño mamando del pecho desnudo de su madre simbolizará el misterio de la encarnación. María amamantando al niño será un modo de control de la corporalidad femenina. En el ensayo “La Virgen María como paradigma de la mujer en la tradición patrística” salvador Gonzales nos menciona que la Virgen María fue un modelo, el cual debía ser tomado por las mujeres medievales ya que esta había sido elegida por Dios y estaba dotada con todas las virtudes, virtudes que la teología masculina fue definiendo. 

Pero ¿ acaso, no toda desnudes contiene cierta carga sensual? La sensualidad encontró un medio de experimentación dentro de las representaciones de cuerpos desnudos de la pintura religiosa.  Lou Andreas-Salomé, en sus escritos  sobre lo erótico dentro de lo religioso menciona que la sexualidad es una cualidad inherente al hombre y que por ello se ve reflejada en lo que éste crea y siente, de tal manera que puede entenderse por erótico o sensual la sensación de estar llenando un anhelo de un goce superior. 

Lo desnudó y lo sensual también está presente en el Cantar de los Cantares, indicándonos, como sostiene Salih, que hubo un equilibrio entre lo corporal-sensual de las imágenes y lo simbólico-teológico de la interpretación que se les daba… Carmona Fernández en su libro “Narrativa románica a finales de la Edad Media” nos dice que “hay narraciones medievales que hablan de los senos y su papel en el juego romántico, pero es curioso que en una de estas narraciones, el amante primero besa los senos y luego los ojos y la boca”. Justamente, porque su carga sensual era mucho menor que la de los ojos o los labios. En el mundo medieval los ojos, la boca o incluso el cabello tenían componentes eróticos más importantes

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